Hace mucho tiempo que no escribo nada. Por flojera porque quizás so ne me ocurría nada que decir.
El año pasado cuando corrí la Maratón de Buenos Aires si bien me sentí muy bien y tuve la suerte de no enfrentarme con el muro de los 30km, en las inmediaciones del kilómetro 35 empecé a sentir un dolor en la entrepierna izquierda, mi pensamiento en aquella ocación fue, a estas alturas del circuito lo mínimo es sentir algún dolor, tendra que pasar en algunos días.
Después de llegar a la meta nos fuimos caminando y mis amigos se reían de como lo hacía, simplemente me dolía y caminaba así para esquivar el dolor.
Vuelta en santiago muy adolorida en general pero muy contenta por haber alcanzado mi meta dejé pasar los días, el domingo siguiente fui a una corrida de 10k, la cual me demoré casi una hora.
Pasaron los días seguía entrenando pasaron los dolores musculares, pero el dolor de la entrepierna no se quitaba, fui a otro 10 k hasta que la semana siguiente el domingo no fui capaz de levantarme a entrenar por el dolor que tenía.
La semana siguiente ya habiendo pasado casi un mes fui al doctor, me examinó y me dio dos alternativas, una simple bursitis o un pinzamiento femoroacetubular, me pidió una radiografía y me dio unos calmantes. Una semana después me enteré que el doc se enfermó y nunca fui a mostrale la radiografía, los calmantes aminoraban el dolor pero no se quitaba, a esa altura ya me había perdido dos 10k los mas entretenidos del año especialmente los de Nike.
Pasaba el tiempo el dolor no se iba, hasta que a fines de diciembre decidí ponerle una solución al tema. Pedí hora a un traumatólogo este me examinó vió la radiografía y volvió a mensionar el tema del pinzamiento femeroacetubular, me pidió una resonancia magnética.
Malas noticias la rezonancia confirmó el diagnóstico del pinzamiento femoroacetubular. El tratamiento, inevitablemente cirugía. Esto significaba estar por lo menos tres meses sin trotar.
Se me vino el mundo abajo, llegó el día y la cirugía se realizó a mediados de enero.
El primer día producto de la anestecia mi pierna izquierda no respodía para nada, tenía que usar muletas para poder desplazarme, estaba en mi casa practivcamente inmobilizada, si me movía la pierna se me ponía dura y no respondía, era necesario ponerme hielo por 20 minutos cada dos horas aprox. También me atorizaron a remojarme en la piscina.
A la semana siguiente empecé a ir al kinesiólogo donde me aplicaban masajes eléctricos y manueales.
Y me autorizaron a nadar con un pibot en las piernas, pasaron las semanas y fui recobrando la movilidad empecé a andar en la bicicleta estática y a nadar más, usé las muletas por dos semanas más y a las tres semanas ya me iba caminando a la oficina.
Empecé a ir más veces a la piscina, ya estaba nadando sin pibot, creo que lo usé dos semnas cuando mucho. Y los fines de semana a parte de la bicicleta del kinesiólogo empecé a salir a andar en la bicicleta cesiones de una hora aproximada unos 18 k (al principio me demoraba una hora y cuarto, ahora ya voy en 58 minutos) siempre preocupándome de no perder mi capacidad aeróbica que tanto me había costado desarrollar. También he hecho muchos adominales pilates y en la natación me he preocupado de mejorar mi técnica.
Todo lo que he hecho me ha ayudado a recuperarme mucho más rápido, y también la lesión no ha sido impedimento para que no deje de realizar actividad física y me ha servido para aprender otros deportes. Por lo que el balance a sido bastante bueno.
Ya han pasado tres meses hace ya unas tres semas que estoy trotando, primero me autorizaron trotar unos 20 minutos en la trotadora, luego me subieron a 30 en terreno blando. Este sábado tengo permiso para ir un 9k. Así que luego informaré que tal.
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